La calefacción de pellets es un sistema de calefacción alimentado principalmente por pellets de madera (pequeños pellets hechos de virutas de madera y serrín). Ocasionalmente se utilizan otros combustibles, como pellets de paja. Los sistemas actuales de calefacción central utilizan pellets de madera como principal fuente de energía y son comparables a los sistemas de calefacción de gasóleo y gas en cuanto a funcionamiento y mantenimiento.
Existen dos tipos de sistemas de calefacción con pellets, las estufas individuales que se colocan directamente en la habitación para calentarla y los sistemas de calefacción central que incluyen un sistema de control y retroalimentación.
Estufas de pellets
Las estufas de pellets (estufas individuales) suelen colocarse en el salón y suelen tener una potencia máxima de entre 6 y 8 kilovatios. La gama de estufas de pellets individuales es la misma que la de las estufas de leña, incluidos los tipos con mirillas que ofrecen una visión interna de la combustión. La combustión en una estufa de pellets obtiene el aire necesario del entorno que la rodea. Cuando finaliza la combustión, el aire sale a través de la chimenea hacia los gases de combustión.
Calderas de pellets
Las calderas de pellets son adecuadas para sistemas de calefacción central con una carga térmica superior a 3,9 kW. Los sistemas de calefacción central de pellets son adecuados para grandes unidades residenciales o comerciales con una demanda de calor de varios cientos de kilovatios. Los sistemas de calefacción central alimentados con pellets son más eficientes cuando funcionan a plena carga y, por lo general, pueden regular la potencia al 30% de la carga máxima. Dado que las calderas de pellets suelen tener una fase de precalentamiento más larga que las de gasóleo o gas natural, la fase de combustión más corta puede tener un impacto negativo en la eficiencia del combustible.
Funcionamiento
Al igual que un sistema de calefacción de combustible de astillas de madera, un sistema de calefacción de combustible de pellets suministra automáticamente combustible de pellets desde un depósito de almacenamiento de pellets o depósito de día a intervalos regulares, en función de las necesidades de la cámara de combustión. El agua de la caldera de combustible de pellets se calienta a través del calor generado por el circuito de calefacción. El calor se distribuye de la misma manera que en otros sistemas que utilizan agua para la transferencia de calor. A diferencia de los sistemas de calefacción de gasóleo o gas, los sistemas de calefacción de pellets requieren un depósito de agua caliente integrado para minimizar la pérdida de calor.
Gama de potencia y eficiencia
Los sistemas de pellets tienen diferentes gamas de potencia, desde unos 3,9 kW hasta unos (4-20) kW para un solo horno. La mayoría de los sistemas disponibles hoy en día tienen la capacidad de controlar la potencia del combustible y el suministro de aire de combustión para que puedan funcionar a cargas completas y parciales. Actualmente, las calderas de pellets funcionan a plena carga (potencia calorífica nominal) con eficiencias de combustión de aproximadamente el 85-95%.
Con pocas excepciones, la eficiencia de las calderas de pellets disminuye cuando funcionan a carga parcial. Las eficiencias de calefacción descritas pueden diferir significativamente de las eficiencias reales de la planta debido a factores como el diseño de la planta y el funcionamiento real. Las características específicas de la planta desempeñan un papel importante en el rendimiento de la caldera de pellets.