A la hora de elegir una mesa de mezclas, el primer paso será conocer y diferenciar los múltiples tipos de mesas de mezclas que existen según el uso al que estén destinadas porque, según su función, tendrán una configuración específica.
En el mercado nos encontraremos mesas para radio, mesas para mezcla de instrumentos (en directo o en estudio) y mesas de DJ para mezclar música desde reproductores digitales (CDJs, ordenador, etc.) o analógicos (platos para discos de vinilo generalmente).
Antes de continuar, un apunte breve en relación con las controladoras. Este tipo de mezcladoras son muy prácticas para iniciarse en el arte de las mezclas y, si lo tuyo es moverte, tienen la ventaja de ser muy fáciles de transportar de un sitio a otro. Se distinguen principalmente de las mesas de mezclas de DJ en que requieren la conexión a un ordenador para funcionar, aunque hay algunas que permiten el uso de fuentes de sonido adicionales, con entradas de línea y fono, e incluso pueden hacer a las veces de mesa de mezclas autónoma (sin ordenador).
Dicho esto, si estás pensando en comprar una mesa de mezclas de DJ propiamente dicha, pero tienes dudas a la hora de decidirte, esto es un punto clave que, desde el punto de vista, creemos que debes tener en cuenta para elegirla:
Calidad de sonido: ¿digital o analógica?
Una de las grandes diferencias entre las mesas de mezclas de DJ es la tecnología interna que usan para manejar el sonido, que puede ser digital o analógica. Las mesas digitales convierten las señales de entrada analógicas en ceros (0) y unos (1), es decir, el procesamiento interno del sonido que hace la mesa es digital y, posteriormente, cuando el sonido sale hacia los altavoces se vuelve a convertir en analógico.
Se trata por lo tanto de una doble conversión: la de entrada de analógico a digital y la de salida de digital a analógico. Por el contrario, en las mesas analógicas la señal se mantiene en todo momento en forma de onda eléctrica preamplificada.
En base a lo anterior, se puede afirmar que el sonido es diferente en los dos tipos de mesas. En las digitales el sonido es más limpio, más brillante y afilado, y se pueden usar efectos digitales incorporados en la propia mesa; en las analógicas por el contrario el sonido tiende a ser más cálido y grueso, permitiendo exprimir más los controles sin “estropear” la señal, y, a la hora de añadir efectos a la mezcla, normalmente habrá que incorporarlos a través de una unidad externa conectada a la mesa.
Lo más recomendable sería probar ambos tipos de mesas con el estilo de música y reproductores que vayas a usar para poder decidir con mejor criterio. Generalmente, si la mezcla va a ser con fuentes digitales, se suele elegir una mesa digital y para mezclar con vinilos se elige una analógica, pero la decisión final es siempre una cuestión de gustos personales.
En cualquier caso, es importante también comprobar que la calidad del sonido es la que buscas. Normalmente un sonido de mayor calidad suele implicar que el precio de la mesa de mezclas sea considerablemente más caro. Consejo: echa siempre un vistazo a las mesas que llevan años en el mercado y están avaladas por recomendaciones de disc-jockeys profesionales con años en el oficio. Y recuerda, lo más importante es, la música es un tipo de sonido y el sonido no se ve, se oye.