La mayoría de nosotros somos esclavos del despertador de nuestra cabecera. Sin embargo, ¿sabías que la sensación de despertarse de forma natural es completamente diferente a la de despertarse con un despertador? El despertador va en contra del estado natural del cuerpo y con el tiempo se convertirá en un asesino de la salud.
No hace falta ser médico para darse cuenta de que un despertador repentino es malo para el corazón, y ahora los científicos lo han confirmado. El estudio encontró que los participantes que fueron despertados por una alarma repentina tenían una presión arterial más alta y un ritmo cardíaco más rápido que aquellos que se despertaron naturalmente. Algunos cambios sutiles en el cuerpo durante el sueño nos hacen susceptibles a enfermarnos por la mañana, y el sonido de la alarma solo intensifica este proceso.
En la segunda mitad de la noche, las funciones fisiológicas habituales del cuerpo no están bien adaptadas. Esto significa que las fluctuaciones en la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiración son más extremas de lo habitual. Otra razón es que cuando el cuerpo está acostado y en un estado relativamente estático, la sangre se vuelve algo espesa, acompañada de un cierto grado de coagulación sanguínea. El acto de levantarse de la cama también puede causar problemas, ya que es cuando los niveles de presión arterial suelen oscilar. Además, se produce un sonido de alarma fuerte y repentino y, a veces, el cuerpo no puede afrontarlo.
Ser despertado por el penetrante despertador durante mucho tiempo tendrá efectos adversos en la salud de las personas. Porque cuando una persona se despierta repentinamente con un despertador mientras duerme profundamente, provocará el reflejo condicionado protector del cuerpo, aumentará rápidamente el nivel de adrenalina en el cuerpo, acelerará los latidos del corazón y aumentará la presión arterial vasoconstrictora. Es probable que este tipo de estimulación provoque una serie de problemas para dormir e incluso causar presión arterial alta.
Las alarmas también pueden aumentar sus niveles generales de estrés. El ruido repentino desencadena el reflejo protector de “lucha o huida” del cuerpo, lo que eleva los niveles de adrenalina. Los médicos que se especializan en tratar esta afección dicen que, si bien un reloj de cabecera puede ser bueno para llegar a tiempo al trabajo, si este estado activado persiste durante días, semanas o meses, puede provocar estrés crónico. El estrés puede provocar presión arterial alta, problemas para dormir y depresión.
Mantenga su despertador al menos a 1 metro de distancia de su cabeza cuando duerma. Es mejor utilizar música relajante como tono de llamada y el sonido no debe ser demasiado alto. Además, el despertador no debe colocarse al lado o debajo de la almohada, sino que debe colocarse en un mueble bajo a 1 metro de distancia de la almohada.
A algunas personas les gusta utilizar sus teléfonos móviles como despertadores. Los expertos advierten que este hábito es muy malo: expondrá el cuerpo a más radiación electromagnética e incluso aumentará el riesgo de lesiones accidentales debido al mal funcionamiento del teléfono móvil.
Además de considerar el tono de tu despertador, también es fundamental centrarte en la higiene general del sueño. Esto incluye despertarse y acostarse aproximadamente a la misma hora todos los días. Esto también significa levantarse cuando escuche la alarma y resistirse al botón de repetición.
El profesor Troxell dijo: “Cuanto antes te despiertes y empieces a moverte, más rápido se disipará la sensación de somnolencia”.
La actividad física ligera, un chorrito de agua fría y música alegre pueden marcar la diferencia. Encontrar una rutina que funcione para usted y seguirla es la mejor manera de aumentar su estado de alerta.
Entonces, si está buscando una nueva forma de comenzar la mañana, considere reemplazar el tono de alarma “clásico” con su canción favorita que tenga un crescendo enérgico o optimista.
“No conviene empezar el día estresado. Cada día hay suficiente estrés”, afirma Giordano.