Cocinar carne a la parrilla es una técnica popular y sabrosa que requiere ciertos conocimientos para lograr los mejores resultados. A continuación, se presentan algunos consejos sobre la mejor manera de cocinar carne a la parrilla para obtener los mejores resultados.
- Escoge la carne adecuada
El primer paso para cocinar carne a la parrilla es escoger la carne adecuada. Opta por cortes de carne de buena calidad y frescos. Algunos cortes populares para parrilla son el filete, el ribeye, el lomo, el costillar y el pollo. Cada corte tiene características diferentes en términos de sabor, textura y grosor, por lo que es importante conocer las particularidades de cada uno y elegir la carne que se ajuste a tus preferencias.
- Sazona la carne
Una vez que hayas seleccionado la carne, es importante sazonarla adecuadamente para realzar su sabor. Utiliza una mezcla de sal y pimienta como base de sazón, y si lo deseas, puedes agregar otras especias o condimentos complementarios según tus preferencias personales. Es importante recordar que la sal debe añadirse justo antes de cocinar la carne, ya que si se agrega demasiado tiempo antes, puede extraer la humedad de la carne y dejarla seca.
- Precalienta la parrilla
Antes de colocar la carne en la parrilla, es fundamental precalentarla adecuadamente. Enciende la parrilla y déjala calentar durante unos 10-15 minutos antes de comenzar a cocinar. Esto asegurará que la parrilla esté lo suficientemente caliente y lista para sellar y cocinar la carne de manera eficiente.
- Limpia y engrasa la parrilla
Antes de colocar la carne en la parrilla, asegúrate de limpiarla adecuadamente. Utiliza un cepillo de alambre para eliminar los residuos de alimentos y grasa de las rejillas de la parrilla. Esto evitará que los alimentos se peguen y facilitará la manipulación de la carne durante la cocción.
Después de limpiar la parrilla, es recomendable engrasarla ligeramente para evitar que la carne se pegue. Utiliza un papel de cocina humedecido en aceite y frota suavemente las rejillas de la parrilla antes de colocar la carne. Esto ayudará a que la carne se deslice fácilmente y se cocine de manera uniforme.
- Controla la temperatura
El control de la temperatura es esencial al cocinar carne a la parrilla. Es importante tener una zona de calor directo y una zona de calor indirecto en la parrilla. La zona de calor directo es donde se coloca la carne inicialmente para sellarla y dorarla, mientras que la zona de calor indirecto es donde se traslada la carne para completar la cocción de manera más lenta y uniforme.
Para carnes más gruesas, como un filete grueso o un costillar, es recomendable utilizar un termómetro de cocina para asegurarse de que la carne alcance la temperatura deseada. Las temperaturas internas recomendadas varían según el tipo de carne y el grado de cocción deseado. Por ejemplo, para un filete medio-raro, la temperatura interna recomendada es de aproximadamente 55-60°C.
- Evita voltear la carne con demasiada frecuencia
Cuando coloques la carne en la parrilla, evita voltearla con demasiada frecuencia. Dejar que la carne se selle adecuadamente en un lado antes de voltearla es esencial para obtener un exterior crujiente y un interior jugoso. En general, para carnes de grosor medio, se recomienda voltear la carne una vez para lograr una cocción uniforme.
- Deja reposar la carne antes de servir
Una vez que la carne esté cocida a tu nivel de cocción deseado, es importante dejarla reposar antes de servirla. Retírala de la parrilla y colócala sobre una tabla de cortar. Cubre la carne con papel de aluminio y deja que repose durante unos minutos. Esto permitirá que los jugos se redistribuyan y la carne se asiente, lo que resultará en una carne más jugosa y tierna al momento de servirla.